Si viviéramos eternamente, sería divertido, si, pero no hay magia, no se vive el momento, porque sabes que no tienes final, puedes hacer lo que quieras sin importar el tiempo que te tome, eso si, es bueno por así decirlo, pero toda historia tiene un final, toda vida debe acabar.
Si todo fuera eterno, cada persona que nace y no muere, llegaría un punto en el que el mundo estaría saturado, por así decirlo, no podría más con toda la carga de la vida, y eso sería lo que acabaría.
Toda vida tiene su principio y toda vida tiene su fin, porque cuando una vida acaba, otra nace, mejor o peor, pero así es como la vida nunca acaba, así es como debe seguir por la eternidad.
Una vida nueva sustituyendo a otra que ya no puede más, que ha ofrecido todo lo que ha podido en su vida, dejando que la siguiente vida siga lo que estaba haciendo.
Hay que aprender a vivir el momento, vida solo hay una y no se puede desaprovechar, porque llegará el final, antes o después, pero debe llegar.
No desaproveches la única vida que tienes, nadie te va a regalar la suya, pero si te puede ayudar a vivir la tuya al máximo, a exprimir cada momento.
Vive feliz, llora por cosas buenas, sonríe, porque la vida vale la pena.
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