Llevo un tiempo pensando, pensando en cómo soy, qué hago bien y qué hago mal, si hago daño a la gente con mis decisiones, etc, y lo único que he sacado de todo eso es un dolor de cabeza increíble.
No se puede evitar pensar en esas cosas, en comerte la cabeza, pero no siempre hay que pensar en eso, en algunos momentos hay que dejar la mente en blanco, dejarse llevar por la situación y no preocuparte.
Vivir tu vida sin perjudicarte.
Después te puedes equivocar, pero errores cometemos todos muchas veces en nuestras vidas y seguimos adelante, porque se puede, uno se levanta y sigue, no huye dejando todo atrás, porque los problemas que tengas te perseguirán allá donde vayas.
"Hay que enfrentarse a los problemas y errores y no huir."
Todo parecía estar tan bien, nos contábamos todo, no había secretos entre nosotros, hasta que un día te descuidaste y descubrí tu pequeña traición, traición que me contaste, que perdoné, y no debí hacerlo, porque a partir de ahí te tomaste la libertad de traicionarme más veces y ocultármelo todo.
Una vez tras otra me fuiste engañando, mentira tras mentira.
Al principio no quería creerlo, lo ignoraba, miraba a otro lado mientras tu me restregabas todo lo que hacías.
A medida que seguías yo cada vez estaba más débil, tantas mentiras, no me contabas nada y lo que me contabas no me lo creía, no podía, ya había descubierto demasiadas mentiras y traiciones.
Un día ya no aguanté más, todo tenía que terminar, pero tomé la peor decisión de todas. Tenía que haberme plantado delante tuya, desahogarme y que me dejarás ir, pero en vez de eso, algo pasó en mi cabeza, algo terrible...que llevé a cabo sin dudarlo...
Después de eso no podía seguir con mi vida...no me lo podía perdonar, así que...tomé mi última decisión.
"Lo que empezó con una traición acabó con todo."